Siempre digo, que es muy difícil hablar de uno mismo, no obstante ello solo puedo decir, que como todos desde niños, hemos dibujado, coloreado, o pintado nuestras pequeñas “obras de arte” que solíamos mostrar con orgullo.
La escalera del tiempo, nos permitió ir subiendo peldaño a
peldaño, hasta encontrar nuestro propio rellano. En mi caso, mi rellano es
aquel donde puedo expresarme en una clara simbiosis con la “línea recta”. Quizás sea
por mi profesión, por ello me llena de satisfacción poderme expresar mediante
la misma y con todo el entorno vinculado a ella.
Por consiguiente, cuando me refiero a mis pinturas,
parafraseando de alguna manera lo dicho por Joan Mitchell, “mi pintura no es una alegoría,
ni una historia”, frase que hago mía y la complemento diciendo, que mis
pinturas se parecen más a hacer “Ingeniería en colores” o “Geometría
abstracta”.
Debido a ello, mis obras no tienen un nombre o título
específico, relacionándola con distintas formas de ver algo real, concreto y
tangible, sencillamente su título es un código.
En cuanto a las “Abstracciones Suspendidas”, intento
generar un nuevo proceso creativo, utilizando el mismo lenguaje que en las
esculturas materializado en formas geométricas de gran sencillez. Por el
contrario, al no utilizar materiales pesados como el acero, piedra, etc.,
consigo con el papel hecho a mano una sensación de liviandad, ligereza y
movimiento entre los distintos planos superpuestos que la componen, facilitando
un juego de formas y límites.
Concluyo esta breve presentación, con una reflexión hecha
por Jackson Pollock ante un comentario periodístico hecho sobre su pintura: “la
pintura abstracta es abstracta. Se enfrenta a ti. Hace tiempo hubo un articulista que escribió que mi pintura no
tiene principio ni fin. No pretendía que fuera un elogio, pero lo fue. Fue un
elogio muy amable”.
Un abrazo.
Horacio Gulias Vidal